
Aldo van Eyck: Playground. Entre los años de 1947 y 1978, Van Eyck diseño más de 700 “espacios de juego” transformando áreas vacantes y zonas destruidas de Ámsterdam a raíz de la Segunda Guerra Mundial.
Itinerarios por el espacio entre las cosas: las Cooperativas VICMAN y Mesa 1, 40 años después.
Por: Pedro Livni + Gonzalo Carrasco Purull
La arquitectura, los edificios en su conjunto y las relaciones que se establecen entre las masas construidas participan en la ciudad en la definición del “espacio público”, fondo sobre el cual se desarrolla el ámbito de la vida en común. Sin embargo ese “espacio entre las cosas”, resulta ser precisamente aquello que queda fuera de los limites de la propiedad predial: la secuencia, en sus diferentes variantes, establecida entre la vereda, la calle, y nuevamente la vereda, y su relación con el ámbito de lo privado. Una dimensión del habitar que en la actualidad parece haber sido postergada de la agenda de los arquitectos a la hora de proyectar. Un problema que es comúnmente resuelto a través de la incorporación de una reja, acompañada a veces también de una garita de vigilancia junto al acceso. Automatismo arquitectónico que Aldo Van Eyck en el marco del C.I.A.M. de Otterlo (1959) problematizaba mediante la idea de “umbral”:
“Hay una cosa más que ha estado creciendo en mi cabeza desde que los Smithson pronunciaran la palabra “umbral” en Aix. No me ha dejado desde entonces. He estado reflexionando sobre ello, ampliando el significado tan lejos como podía estirarlo. He ido incluso tan lejos como para identificarlo como un símbolo que nos remite a la arquitectura como tal y que ésta debería conquistar. Establecer “lo intermedio” es reconciliar polaridades opuestas. Proporcionar el lugar donde puedan intercambiarse y restableceréis el fenómeno dual original”.[1]
Una gradación de cuya necesidad José Fernandez-Llebrez ha subrayado en su tesis doctoral, también basándose en el enfoque de umbral dado por Van Eyck:
“A diferencia de los Smithson, más que limitarlo prácticamente a la transición entre la casa y la calle, Van Eyck extiende el significado de umbral (lo intermedio) hasta abarcar cualquier relación importante entre persona y objeto o entre persona y persona. Como es evidente, “esta relación entre individuos no debe ser situada en su interior sino literalmente entre ellos”. De ahí la trascendencia de lo intermedio como ámbito donde se relacionan dos realidades independientes —o incluso contrapuestas— pero condenadas a complementarse. Y de ahí también la importancia de que la arquitectura (o el urbanismo) con el objeto de cultivar su dimensión humana preste una especial atención a esos espacios intermedios donde las personas se encuentran y se relacionan”.
Por su parte en David Leatherbarrow en su ensayo “The Sacrifice of Space” (2012) se pregunta: “¿Puede un edificio particular contribuir en la construcción del suelo común?” En el argumento afirmativo de su respuesta, entre otros, se detiene en el análisis de dos edificios: el Palacio Chiericati (Vicenza,1550) de Andrea Palladio y el ABI o Asociación Brasilera de Prensa (Río de Janeiro, 1938) de los hermanos Marcelo y Milton Roberto.
Sobre el primero, Leatherbarrow recuerda la petición de Chiericati para la construcción de la columnata ubicada por fuera del límite de propiedad predial, en el frente del Palazzo. Para ello se valió del argumento de que el pórtico no únicamente le iba a “otorgar una gran conveniencia” personal, sino que también beneficiaba a la ciudad con la construcción de un pasaje techado. Idea que Palladio formaliza a través del esquema presente en las ciudades de la Antigüedad de proteger a las personas del sol y de las inclemencias del tiempo a través de la disposición de una serie de columnas alrededor de las plazas. Un tema que previamente también había sido señalado por Alberti y que significaba la obtención de una dignidad cívica al tiempo que se graduaba la privacidad interior de la propiedad.
Por su parte, el edificio ABI a pesar de quedar ubicada en un predio en esquina, también logra una particular interacción con el espacio público, pero de manera inversa. Mientras que el Palacio Chiericati lo hacia por fuera del limite predial, el ABI lo realiza al interior de la parcela. Esto se consigue mediante una planta baja a doble altura que se encuentra retranqueada bajo un gran volumen prismático, el cual se halla pauteado por el ritmo de los parasoles verticales. Incluyendo tiendas hacia la calle en una de las fachadas, mientras que sobre la otra se dispone el acceso, definido como una extensión cubierta sin interrupciones desde la acera, únicamente mediada por un escalón y su respectivo cambio de pavimento. Un “umbral” de acceso caracterizado por las superficies ondulantes y los diferentes materiales empleados, los que otorgan una sutil gradiente hasta la entrada de los ascensores ubicados sobre la pared posterior revestida en placas de aluminio, que marcan y hacen de nexo con el interior privado del ABI.

Los arquitectos Marcelo y Milton Roberto frente al edificio de la Asociación Brasilera de Prensa (ABI). Río de Janeiro, 1938.

Vista desde la calle y vista interior de la planta baja del edificio de la Asociación Brasilera de Prensa (ABI). Marcelo y Milton Roberto (Río de Janeiro, 1938).

Planta baja del edificio de la Asociación Brasilera de Prensa (ABI). Marcelo y Milton Roberto (Río de Janeiro, 1938).
Otros son los temas a resolver cuando en un proyecto por su escala predial y programa obligan al arquitecto a proyectar y definir en toda su dimensión ese “espacio entre las cosas”. Un tema muy recurrente y muchas veces dejado de lado a la hora de proyectar agrupaciones de vivienda. Un “espacio entre las cosas” que no solo va a depender únicamente de lo acertado o no del diseño propuesto para las soluciones habitacionales, sino que también, de la gestión para su mantenimiento y uso común a lo largo del tiempo.

Alfredo Nebel Farini: Cooperatica VICMAN (Montevideo, 1970 – 74). Perspectiva donde se muestra la relacion de los espacios exteriores y las unidades habitacionales.
Entre 1970 y 1974 el arquitecto Alfredo Nebel Farini junto al ingeniero Eladio Dieste, construyeron el Conjunto Cooperativo de Viviendas VICMAN. Una agrupación que bajo la modalidad de acceso a la vivienda mediante ahorro previo, contemplaba en su proyecto original la construcción de 1.020 viviendas distribuidas en un predio de aproximadamente 7 hectáreas. Propuesta de la que solo se ejecutaran 410 unidades ocupando aproximadamente 5 hectáreas de las 7 inicialmente previstas. El conjunto, exceptuando el sector de servicios anexo (escuela, locales comunes y comerciales), está construido a partir de dos tipos edificatorios, como son: torres apareadas de cuatro niveles emplazadas en el perímetro del predio y viviendas dúplex en hilera ubicadas al interior de este. Edificios cuya construcción se contempló en albañilería de cerámica armada, un sistema lo suficientemente flexible para poder absorber las diferentes variantes tipológicas a través de unidades que van de los 2 a 4 dormitorios.

Pasaje peatonal, Cooperativa VICMAN, Alfredo Nebel Farini, Montevideo 1970 – 74. Foto: Pedro Livni, 2014
Entre 1971 y 1975 el equipo técnico del Centro Cooperativista del Uruguay (CCU), que estuvo integrado al comienzo por los arquitectos M. Spallanzani, M. Cecilio, S. Irureta, J. L. Livni y L. Pessina, a los que se les sumaron posteriormente, entre otros, R. Lorente Mourelle, I. Singer, E. Benech, T. Sprechmann, R. Bascans, H. Vigliecca, A. Villamil, llevó adelante bajo la modalidad de acceso a la vivienda por Ayuda Mutua (participación de los futuros usuarios en la construcción de las viviendas, exclusivamente ideado para sectores de la población sin capacidad de ahorro) de la serie de Conjuntos Cooperativos Mesa (Mesa 1-2-3-4 y 5). Los que en su totalidad proveyeron de un total de 1.758 viviendas construidas en un lapso menor a 5 años.
Los Conjuntos Mesa fueron construidos simultáneamente mediante dos plantas de elementos prefabricado tipo “Stalton” (plantas operables con mano de obra no especializada), una instalada en el conjunto Mesa 1 que abastecía a los Mesa 1 y 5, y otra ubicada en el conjunto Mesa 2, encargada de suministrar a los Mesa 2, 3 y 4.
La serie de conjuntos Mesa en sus diferentes conformaciones adaptadas a las distintas geometrías prediales, se resuelven básicamente (con la excepción de algunos edificios de programas especiales, como es el caso de las escuelas) a través de tres tipologías. Viviendas triplex con calle corredor elevada cuya planta baja se reserva para locales comerciales y espacios de usos comunes, y también para unidades de un nivel, sobre las que se ubican unidades dúplex a las que se accede por la calle corredor. Unidades todas realizadas en albañilería de cerámica armada y piezas prefabricadas de hormigón armado, las que a su vez mediante variaciones tipológicas, preveían la posibilidad de crecimiento progresivo de dos a cuatro dormitorios.

Vista exterior desde la calle corredor, cooperativa Mesa 1, equipo tecnico del CCU, Montevideo 1971-75. Foto: Pedro Livni, 2014
Al visitar las cooperativas VICMAN y Mesa 1, 40 años después llama poderosamente la atención no solo la gran calidad de la arquitectura en relación a los medios que las hicieron posibles, sino que también la calidad del diseño y estado de conservación del espacio público. Que con el pasar del tiempo y el crecimiento de las especies vegetales, a diferencia de lo que ocurre comúnmente en casos de vivienda pública de interés social, ha ganado en calidad. Calidad que por la escala de los proyectos implicó el diseño y futura gestión del mantenimiento de calles, veredas y pasajes peatonales. Un aspecto que teniendo en cuenta que tanto las calles, veredas y parquización al estar ubicado al interior del predio, por más que sean de acceso público y se relacionen abiertamente con la ciudad, quedan a cargo de la propia Cooperativa y no de la Municipalidad como se podría suponer. Espacios exteriores que a la vez tienen que resolver el ingreso a las diferentes unidades y su relación con las pendientes necesarias para la evacuación de las aguas lluvias, un tema no menor por la dimensión de los predios y la pluviosidad de Montevideo, que tiene registros superiores a los 50 milímetros en períodos de 30 minutos.
Para el diseño del espacio común de la cooperativa VICMAN, el arquitecto Nebel Farini contó con el apoyo del “Estudio de Arquitectura y Paisaje”, para ese entonces integrado por los arquitectos Pablo Cracco y Dolores Plata, junto a los ingenieros agrónomos Pablo Ross y Juan Bottazzi. Responsables de un diseño de gran calidad que establece un sutil gradiente entre lo público y lo privado, incluyendo tanto a las calles pavimentadas en hormigón para el tránsito rodado, las veredas, pasajes peatonales, los senderos de acceso a las unidades pavimentadas con cantos rodados, los jardines y antejardines parquizados en los que alternan jardineras y bancos de ladrillo que se prolongan en los umbrales profundos de las unidades dúplex, así como en la definición de los espacios de uso común equipados con parrilleros y zonas de juego.
De las 420 viviendas del conjunto Mesa 1, quien estuvo a cargo del proyecto a pié de obra como director por parte del equipo técnico del CCU (dirigido por Mario Spallanzani), fue el arquitecto José Luis Livni. Quien para la disposición de las unidades y el diseño de los espacios exteriores en relación a la evacuación de pluviales y la instalación de una planta de tratamiento de aguas (en un predio que para la fecha de construcción carecía de saneamiento) contó con la colaboración, entre otros, del ingeniero Ricardo Nitroso.

Seccion por pasaje peatonal entre unidades duplex en donde la arquitectura pasa a un segundo plano mientras que el diseño del “espacio entre las cosas” que a su vez resuelve la evacuación de pluviales y la parquización es detallado minuciosamente. Cooperativa Mesa 1, equipo tecnico del CCU, Montevideo 1971-75
De similar manera que en la cooperativa VICMAN, pero con una restricción de medios económicos y técnicos mucho mayor (todos los elementos se resuelven con albañilería de cerámica armada y piezas de hormigón prefabricadas con un mínimo de mano de obra especializada) el diseño de los espacios exteriores acompañando los desagües pluviales, establece un gradiente espacial que va desde la definición de calles pavimentadas para el transito rodado, veredas y pasaje peatonales realizados con piezas de hormigón que – cualificados por muretes y jardineras de ladrillo que absorben los diferentes niveles – dan a los antejardines y jardines parquizados que anteceden a los umbrales de acceso a las diferentes unidades. Un “espacio entre las cosas” que en la sucesión de expansiones y contracciones que establecen los diferentes equipamientos, construye un gran campo de juegos.
En contraste y ocupando parte del predio que estaba originalmente destinado a la cooperativa VICMAN, hacia fines de la decada del 70, se construyeron por parte del equipo técnico del BHU (Banco Hipotecario del Uruguay), con un sistema prefabricado cuya patente fue importada de Francia, los conjuntos habitacionales Euskalerría 70 y 71, conformados por 37 torres y un total de 1.472 apartamentos. Conjuntos de bloques en los cuales ese “espacio entre las cosas” y su gestión a lo largo del tiempo quedo totalmente por fuera de la agenda proyectual de los arquitectos y brilla por su ausencia. Un ámbito de lo común que al no ser tenido en cuenta, como ocurre actualmente en ejemplos tan renombrados internacionalmente como el proyecto de Elemental para Qunta Monroy, puede volverse en todo lo contrario: en un espacio donde lo único coincidente entre las personas resulta ser exclusivamente la vecindad de una propiedad junto a la siguiente o de dos fachadas enfrentadas con sus ventanas, puertas y cortinas cerradas. VKPK
[1] Fragmento traducido de la charla que Aldo van Eyck da en 1959 durante el congreso deOtterlo. (las cintas de casete originales donde se grabaron estas intervenciones se encuentran depositadas en Nai Rotterdam). Fernández-Llebrez Muñoz, José: Tesis doctoral: “La dimensión humana de la arquitectura de Aldo Van Eyck”.