VKPK In Situ: Parafernalia, Parasitosis, Parasol. Por: Pedro Livni + Felipe Encinas + Gonzalo Carrasco Purull.
El pasado 14 de Abril nuestro amigo Felipe Encinas Pino -Arquitecto PUC, MSc University of Nottingham, UK – a pedido de VKPK realizó una visita a la obra y compartió sus apreciaciones que a continuación transcribimos:
“El proyecto contempla un museo, numerosas tiendas (accesibles a nivel de suelo) y un paseo mirador por sobre la estructura, los cuales – al momento de la visita – todavía no estaban accesibles. Por lo tanto, todos los comentarios aquí vertidos están referidos a la dimensión más publica del proyecto – todo lo recorrible libremente – y que en ultimo termino también quizás es lo más interesante para un análisis de la obra.
La obra tiene una aproximación muy interesante en la aproximación desde las calles aledañas. Llegando desde la calle Laraña (que es la calle más importante que conecta la plaza de la Encarnación), las estructuras aparecen por entre los edificios en una escala que no parece desmedida. Ya en el lugar, la estructura sin duda se ve bastante bien (aunque los detalles no sean muy pulcros, como veras en las fotos) y desde algunos ángulos es sumamente fotogénica (la solución constructiva de las curvas se ve bien lograda). Sin embargo, en la experiencia del usuario – cuando uno está allí y empieza a recorrerla – empiezan a evidenciarse algunos problemas en su conexión con el entorno.
Quizás mi mayor objeción pasa por la inclusión de la plataforma que constituye en nivel +1 de la obra (al cual se accede mediante escaleras, incluyendo algunas mecánicas y rampas). Por un lado, esta plataforma es visualmente muy pesada y termina fagocitándose los edificios circundantes (ver por ej, foto DSC_0659). No es que estos tengan una importancia patrimonial particular… el tema es que ya no se lee bien la plaza como vacio.
El otro tema es que en la plataforma en sí misma, no pasa nada!! Es una losa de hormigón gigante salpicada de algunos pocos asientos, basureros, maquinas de bebida, unas pequeñas aéreas de pasto ameboides y un área de juegos para niños minúscula. Si bien, desde aquí se puede observar con detalle la estructura, la desnudez a nivel de suelo aparece como demasiado contrastada (en comparación con la riqueza formal que hay cuando uno mira hacia arriba).
En los momentos de la visita, había bastante gente recorriendo esta plataforma… sin embargo, todavía el proyecto es una novedad para la ciudad y además es un periodo del año peak para el turismo. Habrá que ver qué pasa cuando el proyecto ya no esté tan de moda (si habrá tanta gente allá arriba)… quizás todavía faltan implementar algunas cosas (aunque so pena de que el entorno circundante desaparezca aun más). Habrá que ver…
Las ultimas 2 fotos (DSC_1010 y DSC_1012) muestra la obra en una vista a vuelo de pájaro tomadas desde la Giralda. Es divertido ver como en la misma foto comparecen las 2 obras quizás más representativas de la arquitectura mas contemporánea de la ciudad (o quizás se podría decir, de la no-histórica), el puente del Alamillo de Calatrava y el Metropol Parasol. Ambas además son icónicas para 2 décadas (con todo lo que esto implica), los 90 y los 2000, respectivamente. También se podrá ver el paseo superior propuesto para el Metropol Parasol, concebido para ser un mirador de la ciudad”.
Post-Data
Al observar las últimas dos fotos comentadas por Felipe Encinas, se advierte a lo lejos, como él lo refiere, el puente del Alamillo de Calatrava. Un puente que conectara Sevilla con la isla de la Cartuja, lugar en donde se realizara el evento que abrió la agenda arquitectónica internacional de la década los 90: la Expo Sevilla 92. Evento para el que Sevilla invirtió gran cantidad de recursos en infraestructura, la cual una vez finalizada la feria, el espectáculo y los festejos quedó encallada en la isla del olvido, un lugar en donde hoy nada ocurre, invadida actualmente por una maleza que no para de crecer y avanzar. En el primer plano de la foto se advierten las curiosas formas de las setas de la Encarnación – como son llamadas popularmente las estructuras del Metropol-Parasol – sobre el consolidado perfil histórico de Sevilla. Así como lo advierte Felipe, todavía es una incógnita que es lo que sucederá con el Metropol Parasol pasada la novedad que conlleva.
Por otro lado – y como también ha advertido Felipe – los detalles que en las fotos oficiales se ven de una inmaculada precisión, se advierten bastante más crudos y rudimentarios, y el suelo correspondiente al vació que configura a la plaza se advierte sobre-diseñado y saturado de objetos.
Metro-publicidad
Asimismo , es interesante observar la propaganda oficial de la obra estrella de Sevilla – http://www.youtube.com/watch?v=6w1RfFfZLn0&feature=related
Una publicidad que comienza con la frase “Los grandes sueños. Exigen grandes esfuerzos”, que presenta la construcción del Metropol Parasol mediante el empleo del recurso de la imagen acelerada. Efecto narrativo que da la apariencia de la construcción como algo natural y eficiente, negando los reales acontecimientos que implicó el proceso de ejecución. A su vez llama la atención la imagen del bosque aparentemente prístino y natural (¿Finlandia?), el cual seguidamente figura talado y apilado para la obtención de la madera necesaria para fabricar los componentes.
Una publicidad en la cual el objeto a mostrar prácticamente no figura, sino que se preocupa en advertir todo lo que este simple artefacto material “de diseño de vanguardia internacional” va a brindarle a la ciudad. Una vanguardia que lleva el sello de calidad del MOMA, lugar de resguardo y exhibición de las maquetas del proyecto.
Asimismo sugiere que Sevilla se va a colocar mediante este “espacio cultural y mágico, que se transforma en lo que usted desea” a la altura de las grandes ciudades como París y Nueva York. Se va a re-colocar en el centro de la escena turística internacional, lugar de privilegio que ocupara en el 92.
Un espacio que “revaloriza el mayor yacimiento arqueológico de la ciudad y la primera plaza de abastos de la ciudad”, o mejor dicho esconde el mayor yacimiento arqueológico de la ciudad y la primera plaza de abastos de la ciudad bajo un repertorio de formas espectaculares, que más allá del sofisticado pegamento que resuelve la unión de las chapas laminadas, no logra que el Parasol se pegue y dialogue con el contexto.
Antes de concluir los comentarios sobre la publicidad, llama la atención la sentencia con la que concluye la misma. En la que se advierte que “atraerá las miradas del turismo mundial”. ¿No será una misión demasiado grande para la cobertura de una plaza? Quizás ésta proclama lo que advierta es que Las setas sobre la plaza de la Encarnación sea uno de los últimos edificio de la flagrante epidemia que se esparciera incontrolablemente en las pasadas décadas, en España y por el resto del globo, conocida como síndrome de Bilbao. Posiblemente estemos ante un edificio que nació viejo, ¿último de su especie?, ¿los huesos del último fósil de Bilbao? VKPK